Todos contamos historias. Historias más o menos aburridas, más o menos
elocuentes, más o menos atractivas.
La reflexión que el director de cine hindú
Shekhar Kapur plantea acerca de su particular proceso creativo
nos muestra una vía muy personal-el pánico- para evadir la razón y dejar fluir su"verdad",
y la coincidencia en la necesidad de abandonar lo conocido que nos ata
para ingresar a eso desconocido que nos llama.
Se siente la urgente necesidad de este hombre para comunicar su experiencia
con palabras inteligibles y hacernos partícipes y cómplices de sus métodos para abordar la creatividad.
No es una via atractiva-el pánico- pero para algunos puede funcionar.
Cada cual prefiere algún camino específico hacia esa tierra promisoria donde
nos aguardan tesoros no descifrados, textos infinitos cortados por hilos de luz,
mujeres con piernas azules que viven en aguas de aspecto espectral...
La creatividad, querido lector, es un fenómeno que a nadie deja indiferente:
unos ansían explicarla con eruditas palabras porque desconocen su comportamiento atrevido e irrespetuoso, y otros desean quedar embarazados de ideas con su portentosa eyaculación que desconcierta por anárquica e imprevisible.
Sigámosle la pista al deleitable monstruo creativo,
tal vez en un recodo del camino logremos atrapar un poco de la luz de su estela
que nos hará florecer en espontáneas llamaradas, en verdes estampidas o en mansas alucinaciones acuáticas.
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