Es uno de los misterios de la inteligencia: la risa.
Ahí, tan sencilla y tan común, la risa es un reflejo ante el entrecruce de informaciones diversas
que provocan un estremecimiento, casi que un estornudo, y finalmente un estallido jubiloso
no pocas veces acompañado de salpicaduras húmedas, no siempre bucales,
y es tan importante que quien no se ríe se enferma o está mentalmente enfermo.
Mostradme a un serio solemne y estirado
y tendréis allí, cuando menos, a un aburrido ser humano
que tiene miedo de mostrar los dientes o de ofender a otros con su carcajada.
La risa es terapéutica, en este sentido el humor es un remedio.
Reír libera, descansa , amortigua penas y hace llevadero el fardo que cargamos.
En este sentido la risa podría ser cómplice.
Se produce la risa legítima cuando nuestra inteligencia detecta
elementos simpáticos en el entorno (sonrisa) o absurdamente equívocos (carcajada)
o definitivamente locos e ingeniosos (rugido).
Las risas falsas se originan en el afán de adular y en lugar de sanar enferman.
Si te dan a elegir entre humores hay variedad cuasi infinita.
Lo único necesario para tener sentido del humor es tener una actitud receptiva, de aceptación de la posibilidad. Los muy rígidos no se dan permiso de reír y por eso asustan a los niños.
En situaciones de tensión una broma oportuna puede aliviar el corazón
y solo la risa nos permite sobreaguar la rutina desesperante.
La risa es muy inteligente. Por eso casi siempre se ausenta de las aulas escolares.
Un maestro que sabe hacer reír a su auditorio lo llevará donde quiera y le ayudará a aprender.
Y en la vida cotidiana que aburrido es convivir con gente pesada
que siempre tiene cara de revólver
y que ha olvidado que los dientes no son no más para morder.
Jajajajajajajaja!!!!!!!!!!!
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1 comentario:
Simpática la entrada, me ha gustado muucho. La facultad de reir timidamente o a carcajadas es una de las mejores que tenemos.
Un sonrisa :)
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