"El conocimiento es una función del intelecto, mientras que la sabiduría es una función del Ser." D. Trinidad Hunt

jueves, 10 de diciembre de 2009

UN TEST PARA INCREDULOS



Contrariamente a lo establecido, no se trata de ver para creer. El asunto es creer para ver. Suena bastante extraño, pero es una postura mucho más flexible y receptiva ante los "absurdos" fenómenos de la naturaleza. Si le pido que dibuje en silencio un ombliyú o un pterogaray usted me dirá que tales cosas o seres no existen, o, usted no cree que existan. Ese es el asunto. Nos acercamos al centro del problema. Un ombliyú podría ser un tipo de nave proveniente de una dimensión paralela o un animal que existe en algún rincón del universo, animal que construye sus nidos con oro que el mismo defeca en forma líquida. (Que animal tan valioso, no es cierto?). Claro, usted tampoco cree en dimensiones paralelas y en cuanto a la vida extraterrestre conserva un racional escepticismo sazonado con algo de humor.

La época en que nos ha tocado vivir trasciende con mucho las expectativas más demenciales. Hace apenas cincuenta años (1959) las computadoras personales ni siquiera eran un sueño. Lo más adelantado que teníamos eran las pequeñas radios de transistores y se veía como un hecho del futuro lejano la llegada del hombre a la luna. Pero, que equivocados estábamos! tan solo diez años más tarde la luna era pisada por las botas intrusas de un par de norteamericanos hamburguesados y cocacolizados.

La liberación femenina era una utopía irreverente y la salida del closet de los homosexuales inconcebible. Música como la que propuso Jimi Hendrix no cabía en cabeza alguna y la existencia de algo llamado Beatles sonaba a herejía.

Nuestro mundo y sus movimientos acelerados.

Actualmente asistimos a la explosión informativa que es más como una inundación que una explosión. Abundancia o superabundancia de informaciones que se cruzan, se contradicen, se identifican, se mezclan, se superponen, se traslapan y se tapan.

Informaciones inútiles, informaciones redundantes, aburridas, oportunas, sin sentido, protervas, hilarantes,siniestras, carentes de fundamento y un larguísimo etcétera.

Lo que era cierto a las 6 a.m. resulta una vulgar mentira a las pocas horas y aquellas delirantes fantasías de las dos de la mañana se transforman en posibilidades reales pasado el mediodia. Sería cómico si no tuviera consecuencias realmente trágicas en términos de vidas humanas que se arruinan o desaparecen. Sería divertido si los descubrimientos no apuntaran al hecho de que hemos sido manipulados como civilización y cultura desde hace mucho tiempo, quizás desde nuestra creación como experimento genético de razas muy avanzadas.

Por eso decía que ya no se trata de ver para creer, porque la razón y el pensamiento lógico comenzaron a mostrar grietas a partir de la física cuántica, aquello de la onda y la partícula y demás increíbles postulados que los experimentos han ido confirmando como veraces. La gleba ha entendido de manera indirecta que todo alrededor es pura mierda y la indisciplina social se ha incrementado desde que la pederastia de los príncipes de la Iglesia ha sido divulgada a los cuatro vientos y la supuesta sapiencia de los gobernantes ha cedido su paso a la visión de una astuta casta dominante que engaña , miente y roba sin cesar. Y los medios ahí: apagando incendios ideológicos, construyendo Jaujas momentáneos, pintando de rosa un mundo impregnado de sangre y ofreciendo esperanza al que quiere seguir comprando y ganancia al que quiere seguir vendiendo. Los medios mintiendo, cambiando, torciendo, tergiversando la pasta de la cultura para tratar de que todo siga igual aun cuando sepan que si sigue igual el caos está garantizado y solo la fuerza sanguinaria de los "armados hasta los dientes" puede garantizar que los dueños de todo puedan conservar sus propiedades, hasta cuando algún "armado" decida que el también quiere ser dueño y ahí, señores, es donde el Mesías reaparece vestido de verde olivo y con un misil en la mano.

Lo que sobrevenga ya no dependerá de las bolsas de valores ni de los presidentes excelentes ni de los santos pontífices. Porque en el cielo habrá aparecido aquel "Rey del Terror" como Nostradamus lo llamó, flameante y seguido de sus satélites rojizos, repleto del poder sobre la vida y la muerte.

- Habrá un nuevo comienzo y un nuevo crecimiento?

- Resurgirá de las entrañas del planeta lo que antes fue pomposo y ahora solo fango?

- Alguien de esta fase logrará sobrevivir a la catástrofe para enseñar a los que vienen?

- La inteligencia universal ensayará otra forma para si misma?

Estas y otras diez mil interesantes cuestiones forman parte del Test para Incrédulos que se vende en todos los kioskos acompañado de una foto de Balú Espinflor, ilustre despelusador de ataires frocantes, desnudo , mostrando su micropene a los cuatro vientos y con las uñas de los pies deliciosamente pintadas de coral encendido.

El test, luego de ser prolijamente contestado puede ser enviado a la Oficina Central de Catástrofes para su juzgamiento. Entre quienes obtengan los diez puntajes más altos se repartirán pasajes a la estación espacial Yuri Gagarin y estadía durante el cambio de polaridad del planeta. Una vez los nuevos continentes en su sitio y calmadas las tempestades atmosféricas los ganadores regresarán a colonizar el mundo bajo la asesoría espiritual de los Ah-ya-katú. Mucha suerte.