"El conocimiento es una función del intelecto, mientras que la sabiduría es una función del Ser." D. Trinidad Hunt

miércoles, 1 de agosto de 2007

EDUCACION Y CREATIVIDAD


EDUCACION Y CREATIVIDAD.

Atravesamos una aciaga época en que,la vida se define mayoritariamente hacia la importancia de "tener" en absoluto detrimento de los valores humanos que nos permiten "ser". Se privilegia la respuesta correcta, la nota y el título. Eso es todo.
Como ustedes saben, el fenómeno de la inteligencia es bastante complejo y estamos lejos de comprenderlo realmente. Pero podemos hablar por experiencia propia del asfixiante proceso de pérdida de la sensibilidad que la cultura en general y la educación en particular producen. Pérdida que determina el grado de tolerancia ante la barbarie, el individualismo acérrimo, el egoísmo recalcitrante y la indiferencia social que caracterizan al individuo educado del siglo XXI.
Repasemos un poco la importancia designada a las materias dentro de los pénsumes académicos : matemáticas, lenguaje y ciencias destacan por sobre las demás. En ellas se privilegia, como ya decíamos, el recuerdo de las informaciones, el acuerdo con lo establecido y la aceptación de un mundo inamovible.
La educación física y las artes son consideradas materias de segunda o tercera categoría, porque socialmente se considera que lo relativo al cuerpo no es muy importante y que el arte es para ciertos grupos de personas de los que no queremos que nuestros hijos formen parte. Al fin y al cabo, decimos, la gente debe aprender a ganarse la vida y los artistas se "mueren de hambre".
En esta desbalanceada concepción se le da preponderancia, supuestamente, a la mente y la racionalidad, y se deja de lado el cuerpo y la sensibilidad. El resultado es el que hoy padecemos: personas mutiladas espiritualmente, con la sensibilidad atrofiada, muy poco creativos y con una gran dosis de alienación neurótica.
Las modernas concepciones de inteligencia y aprendizaje nos dicen que estamos absolutamente equivocados y que los sentimientos y emociones son parte importantísima de esos procesos. Que el cuerpo como herramienta fundamental de la experiencia vital de cada individuo debe tener una consideración especialísima a la hora de aprender. Que la capacidad de "sentir" se ensancha con la repetición de su experimentación. Que la espiritualidad ( no religiosidad) fortalece el crecimiento personal del individuo. Pero en el actual cuadro educativo lo más espiritual que hay en la escuela es un crucifijo fetichista y tal vez la repetición mecánica y forzoza de alguna oración que enzalza valores que tal vez no son tan apropiados.
La educación actual y sus lineamientos obedecen a una concepción o percepción del mundo: los predadores devoran víctimas, el vivo vive del bobo, sálvese quien pueda.
Se exaltan los valores del aprovechamiento sin conciencia. Se cohibe la solidaridad, la fraternidad. Se persigue la libertad por peligrosa. Se inhibe la creatividad porque promueve el caos, el desorden y la independencia.
Filas, salones autoritarios, disciplinas medioevales y metodologías de premio-castigo, dan origen al anodino individuo promedio. Ya lo dijo Jules Celma en los 70s en su Educastrador: la escuela prepara a los individuos para ser obedientes operarios de la maquinaria productiva y nada más.
La simple consideración de que las actividades artísticas son tan importantes como las matemáticas es una herejía en el universo del hemisferio izquierdo . La concepción de que aprender es divertirse perturba a los educadores ( sobre todo a los que tienen miedo de la libertad) y se aferran a sus notas, sus tableros, su tiza y sus castigos como si en ello les fuera la vida . ( Y les va !)
La educación solo cambiará cuando quienes enseñen sean individuos libres, creativos y potentes. La educación solo cambiará cuando la arquitectura escolar deponga las viejas fórmulas y considere la democratización de los espacios a través del color, las texturas, el confort y la alegría de aprender. La educación solo cambiará cuando la sociedad decida que ya está bien de hipocresía, que el cuerpo libre de los estudiantes genera más fecundidad y abundancia que la temerosa concepción judeo-cristiana-calvinista-católica romana y musulmana. La religión debe ser erradicada de las aulas: absolutamente. Y debe darle paso a una Espiritualidad Universal, fundada en el Amor, la fraternidad, la solidaridad.( Valores fundamentales de convivencia )
Las pequeñas reformas podrán sofocar incendios y paliar algunas dificultades, pero la angustia del hombre no se solventa con cuentos. Estamos hablando de la cultura humana sobre un planeta inscripto en un universo lleno de vida y espiritualidad. Estamos hablando de que el cambio es posible y deseable. Estamos hablando de que la mas grande batalla se debe dar no en los campos de cañones y metralla sino en el campo infinito del intelecto humano. La vida se expande ante nosotros y de nuestras acciones de hoy depende que el futuro sea el del Gran Hermano Orwelliano o el del Hombre Universal.
Las concepciones timoratas solo darán soluciones timoratas. Es hora de hacer algo.