
Aprender a Ser no depende tanto de los textos o las sabidurías ancestrales sino del trabajo que sobre nosotros mismos llevemos a cabo. Bienaventurados los claros y sencillos que han llegado a serlo por convicción. Benditos los bellos y los sensibles porque son como las flores.Gracias les sean dadas a los generosos y los altruístas porque de ellos viene el abrazo.